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Cuantas veces la primera impresion que nos queda guardada de la gente es su vestimenta, que lindo lo que llevaba puesto, como me gustaba su remera, era de color verde, lo estilizaba un monton, el negro como la dismula, que modernas esas gafas .
Ni siquiera el color de ojos, boca fina, manos delicadas.
El porte sobre la persona. Vestir de traje no es lo mismo que lleve puesto un pantalon deportivo.
Recorda, tomate un momento. Y si te pones a pensar en alguien que conociste el finde samana, es mas probable que te acuerdes de su vestimenta y no de su cara. No te paso? y si no vestia como a vos te gusta ni te acercabas.
Sinceremonos, es algo de todos los días. A mí, a vos, a él. A todos nos pasa. Nuestra imagen es la impresion que nos queda. La que nos permite acercarnos o cruzar de calle. La que conquista, la que habla de mi y de él, de todos nosotros. La que me hace pensar que somos compatibles, que tenemos cosas en común. O acaso que lleve la remera de La Renga o de Madonna, se vista Punk o Hippie, no me da la primera pauta para que me interese convensar con el, ella o ellos.
Yo no lo niego. A mi me pasa todo el tiempo. Elijo por la ropa, por la presencia, por su vestimenta. Y al levantarme y buscarme que ponerme, no solo pienso en mi comodidad y estar abrigada. Se, entiendo y me conozco que a partir del buzo y pantalón que me pongo busco compatibilizar con alguien.

2 comentarios:

Cecilia Villegas dijo...

YO deje de creer que el tema de la vestimenta era algo superficial, cuando miramos a alguien... pero en cierto modo refleja lo que hay dentro de uno..

a la chica de la foto la tengo de algun lado! jaja ese Roberto es un genio.

Boniato18 dijo...

Estoy de acuerdo con el tema de la ropa. De hecho me ha pasado de ser bien o mal visto según como me vista.
Es real, nadie abre el placard y se pone lo primero que se encuentra.
¡Enhorabuena este momento de sinceramiento!
(de La ropa es lo de menos)